Google compró Fitbit y ahora, para su estrategia de hogares inteligentes, se ha interesado por ADT, la conocida empresa de alarmas; al mismo tiempo Amazon y Microsoft invierten en Syntiant, una empresa californiana especializada en semiconductores para reconocimiento de voz, mientras Microsoft también parece interesada en comprar TikTok. Procesos corporativos que parecen señalar el nuevo momento en el que nos encontramos, definido por un creciente interés en las percepciones. Una tendencia que parece inspirada en la vieja idea posmoderna de que son más interesantes las interpretaciones que los hechos; que necesita poner el foco de interés en las interfaces, que obviamente necesitan sofisticarse, multiplicando y a la vez concentrando funcionalidades. En los antiguos tebeos se trazaba una línea sobre los puntos para ver un dibujo, (Steve Jobs decía que no se pueden conectar los puntos para mirar hacia adelante, sino sólo conectar los del pasado y confiar que de alguna manera nos conecten al futuro), y seguramente ahora necesitemos seguir ese hilo que va desde el origen de internet hasta la actualidad, para poder imaginar qué nos espera tras el inevitable agotamiento del actual modelo de conectividad, ese que ya padece una mal resuelta tensión entre percepción y realidad.

Gonzalo Suárez